sábado, 6 de agosto de 2011

¿Qué es eso de la calificación de la deuda?


Gran revuelo ha causad0 el severo problema financiero que presenta el gobierno deEstados Unidos: Desde hace meses, el gobierno de Barack Obama, demócratas y republicanos se enfrascaron en una discusión sobre el manejo de la administración pública: El estado norteamericano estaba gastando más de lo que recibía en ingresos, y había alcanzado niveles de deuda históricos.
La situación era crítica, de hacer algo al respecto, Estados Unidos no sería capaz de cumplir con sus compromisos financieros, y se vería obligado a suspender
el pago de su deuda, una decisión que sacudiría todo el sistema económico mundial. Los demócratas proponían elevar el tope de deuda que el país, mientras que los republicanos exigían recortes sustanciales en los gastos y programas sociales del gobierno. La negociación tomó semanas, lo cual se resintió en las bolsas de valores de todo el mundo, que registraron pérdidas históricas en días pasados.
Finalmente, tanto demócratas como republicanos cedieron el martes pasado: Se aumentó el tope de deuda en 2.4 billones de dólares, lo que le permitiría al gobierno seguir atendiendo sus compromisos, pero a la vez se pacto una reducción en el gasto por un monto similar, una decisión muy dolorosa pues afectará programas de salud, de desempleo y de educación.
Existen además 3 prestigiadas firmas que se dedican a evaluar las condiciones de solvencia, y capacidad de pago de los países: Moodys, Standard and Poors, y Fitch. Estas empresas otorgan “calificaciones” a cada país, las cuales son consideradas por los organos internacionales para otorgar o no un préstamo a un gobierno, así como para negociar el plazo y la tasa de interes.
Desde luego, Estados Unidos siempre había contado con calificación AAA, la máxima posible, lo cuál garantizaba que un préstamo al gobierno de Norteamérica tiene 100% de certeza de ser pagado en tiempo y forma. El día de ayer, Standard and Poors redujo por primera vez en la historia, la calificación de EUA a AA.
Esto no significa que los Estados Unidos ya no sean un país solvente, o que vayan a caer en impago de su deuda, simplemente refleja que sus finanzas no se encuentran en condiciones óptimas y que debe haber una reconfiguración y una solución más profunda al severo problema que enfrentan.