Durante su visita al país asiático Biden y el primer ministro, Wen Jiabao, reafirmaron sus lazos económicos en un esfuerzo conjunto por mejorar sus relaciones bilaterales.
En esta edición Gabriela Frías y Xavier Serbiá, presentadores de CNN Dinero, intentarán dar respuesta a la siguiente inquietud: ¿será China el nuevo norte para América Latina?
Xavier Serbiá: En Washington se discute,
¿será China el nuevo norte para América Latina? Cuidado porque el futuro no es nada alentador.
Gabriela Frías: Mauricio Cárdenas, del Brookings Institution, me habló de la trascendencia de la visita del vicepresidente estadounidense a China y la conquista de ese país por América Latina.
Serbiá: Los líderes chinos expresaron al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, su confianza de que Estados Unidos saldrá del bache financiero actual, aunque en contrapartida pidieron una mayor apertura de la economía a la de China, especialmente, en materia de alta tecnología. Biden, el vicepresidente, quien estuvo en China, insistió que su país se recuperará de la crisis económica y que puede manejar su enorme problema de la deuda.
Beijing había mostrado su incomodidad después del debate para el levantamiento del límite de la deuda y despertó las dudas sobre la capacidad de Washington de pagar su deuda.
China posee unos US$900.000 millones de la deuda, es el mayor tenedor extranjero de la deuda que tiene Estados Unidos.
Serbiá:Mauricio Cárdenas, del Brookings Institution, dice que América Latina le ha hecho una gran apuesta a la China y hasta ahora las cosas han salido muy bien, sobre todo los países de Suramérica que exportan los productos básicos, las materias primas. Y los volúmenes de exportación también han aumentado y las economías de América Latina han aprovechado esos buenos vientos que vienen de la China.
La pregunta que nos surge es ¿podemos seguir apostándole a la China? ¿La locomotora china va a seguir comprando la soya, el café, el petróleo, en fin, todos los productos básicos de nuestra región o llegará un momento donde dice, no más, porque los chinos van a querer comprar otro tipo de productos que no demandan tantas materias primas?
Frías: Hay otro punto importante en este tema. Se trata del papel del China Development Bank (Banco de Desarrollo de China), de cuya incursión en América Latina se sabe poco. El Banco ha hecho préstamos gigantescos a Venezuela, Ecuador, Brasil y Argentina, que superan en mucho los desembolsos de crédito de entidades como el BID o el Banco Mundial.
Según Cárdenas, del Brooking Institute, estas operaciones están atadas a que los países le exporten a la China sus materias primas y particularmente el petróleo, que es el producto más importante y estratégico para ese país.
Según el experto, estos préstamos, seguramente hacia futuro, van a comprometer también el comercio y a generar unos vínculos económicos cada día más estrechos, ya no solo en lo comercial, sino ahora en lo financiero, entre China y América Latina.
Serbiá: Y en esos acuerdos hay una realidad que mucha gente no sabe. Esos acuerdos que está haciendo el banco chino con América Latina se están dando en otra moneda para que entonces la región le compren productos y servicios a China. No hay lo que le llaman unos extreme attack, o sea solo estoy buscando el beneficio, como banco, que me des un crédito, pero no te estoy exigiendo que haya mayor democracia, transparencia y horizontalidad a nivel político. Otro punto clave es que va a darse una disminución en la exportación de la materia básica de América Latina a China en 2015 y 2020, por tanto, eso va a afectar a América Latina, desde el punto de vista, de empleo.
Según Cárdenas, el gran problema que tiene la exportación de productos básicos es que no genera muchos empleos, particularmente si viene de la minería. Entonces, la ocupación en la Región se ha ido generando esencialmente en el sector de servicios. Para Cárdenas, que América Latina dependa excesivamente de los productos básicos no es una buena estrategia de desarrollo, porque el sector de servicios no está generando empleos tan productivos, con tanto valor agregado, con buenos salarios y tenemos una industria que ha venido más bien perdiendo espacio, perdiendo participación.
Entonces, nosotros tenemos que apostarle a la China, aprovechar ese buen momento, pero diversificar nuestras opciones y para eso necesitamos una política industrial más ambiciosa, que le dé un nuevo fortalecimiento a sectores -digamos-que han perdido espacio y que han perdido participación en nuestras economías.
